martes, 7 de septiembre de 2010

Ojalá esto fuese lo peor que pudiera pasarme...

Suerte. La putada es que la que yo tengo, como le pasaba a Casco Oscuro en La Loca Historia de las Galaxias, es la mala...
Y me he dado cuenta de lo cabrona que es la suerte. Jugando a billar, por ejemplo, estás toda la partida sufriendo y sin conseguir hacer nada, y cuando termina, las metes todas; siempre suele haber alguien que te dice "¡Hostia que suerte!", para joderte más aún de lo que lo estás ya, hundiéndote más a cada bola que metes. Y sin planteartelo, ¡y sin retorcerte! Que también se las trae, que la mayoría de mesas en las que he jugado en mi vida, tienen siempre una parte jodidísimamente mal puesta para que incluso cogiendo ese ridículo taco corto, tengas que adoptar posiciones de bailarina o torero...Y eso también es mala suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario