miércoles, 1 de diciembre de 2010

Me arde el pecho.

Me arde el pecho.
Siento algo, como un puñetazo,

Constante, en la boca del estómago.
Duele, me duele, me retuerzo.
Por qué lo habré hecho?
 
Se me va la cordura por momentos
Y vuelvo a sentir el calor en mis adentros.
Un calor intenso.
Un nudo que deshacer, aunque sea a la fuerza,
aunque como siempre, me ponga en evidencia.

La curiosidad,
la muy puta, no deja de hurgar en mi cabeza.
Sin necesidad,
la muy puta. Por tenerme presa.
Por hacer que le de vueltas a todo,
Por ponerme tensa.
Por no dejarme tranquila.
Por que esté inquieta.
Por tenerme en cábala.
Por su existencia.



Mierdas de nuevo... lo siento. Pero si no me desahogo en el blog, terminaré gritando en el bus. O en el metro, o en clase, o en el cole... Ojalá un sitio insonorizado donde poder gritar a saco. Donde poder chillar. Y de paso, aprovecharlo para cantar...

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Este obra de Sara Peralta Feltrer está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

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